Date un respiro cuando sufras.
Date un respiro.
Te lo mereces,
tú y el universo que te acoge.
No te vas a romper,
puedes sufrir.
Todos lo hacen
por un tiempo.
Piensa que sufrir
es humano,
y te hace más humano todavía.
Nunca sufres solo.
Pero date cuenta
de que estás sufriendo,
ahora mismo,
en este irrepetible momento.
Y acuérdate,
que como humano que eres,
también puedes amar.
Entonces, date amor y consuelo.
Eres una criatura que sufre.
Eres una criatura que ama.
Y esa criatura que ama
puede consolar a la criatura que sufre.
No dejes de hacerlo.
Ama al que sufre, alívialo.
Y, si ahora, el que sufre eres tú,
consuélate, queriéndote tal como eres.
-Vicente Simón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario